La verdad es que el mito de los
estados con aspiraciones independentistas ha sobrevivido y colmado la fantasía
de virreyes provincianos y de
pueblerinos resentidos contra la gran ciudad. No solo pasa en México sino en
todo el mundo; sin embargo, en nuestro caso, solo por labor social es
necesario parar el desenfreno mental de
adolescentes y analfabetas que plantean la existencia de separatismos
regionales en México.
Para empezar en este país no hay
un solo estado que cobre impuestos, los impuestos los cobra la federación y los
reparte en todo el país, lo cual es muy cómodo para los gobernadores que solo
reciben dinero para gastar sin el menor esfuerzo; tampoco existe el estado que
pueda sobrevivir con los impuestos que pudiera recaudar por sí mismo; se dice
que si el Estado de México considerado el más rico del país se independizara,
su estatus económico como nación sería el de un país centroamericano con muchos
problemas.
Para independizarse se requiere
de sociedades activas políticamente, bien educadas, exigentes y convencidas de
los beneficios económicos que obtendrían al separarse del país; eso no existe en
la provincia mexicana donde yace en muchos lugares el atraso educativo y cívico
de la sociedad. Muchos ni siquiera son capaces de controlar a sus gobernadores
ni de organizar a sus municipios, ni de procurarse lo mínimo que exige un país;
seguridad. Mucho menos podrían fundar una nación. El hoyo económico del México
de hoy son los gobernadores de los estados que no tienen quien los audite y los
controle. La crisis de gobernabilidad que vive México es causada por los
gobernadores provinciales.
El mexicano culto, informado,
exigente, vive en las grandes ciudades y es en estas donde se promueve la integración
económica y social de todo el país más que su división, por la simple razón que
las ideas separatistas así como los regionalismos son distractores y manipulación política de
caciques locales sobre sus poblaciones ignorantes. Ni California y Texas que por sí mismas son
economías enormes encuentran beneficios reales al separarse de estados unidos
por la sencilla razón que su poder reside en formar parte de un todo; así lo
entendió Europa y formo la comunidad europea. La misma Cataluña corre el
peligro de convertirse en el país más pobre de Europa si logra su separación de
España.
La inversión extranjera que llega
a los estados es por las ventajas que representa el ser mexicano; por la
sinergia que genera el compartir
puertos, universidades, carreteras, recursos humanos calificados,
certidumbre jurídica, una cultura común; lo que le da valor a cada región de
México es ser parte de México.
Con nuestra historia trágica de
haber perdido más de la mitad de nuestro territorio, el plantearse la idea de
un estado con aspiraciones separatistas es traición a la patria, traición a
México. El valor que tenemos como mexicanos es el que surge de nuestra unidad,
de nuestra historia compartida, de nuestra cultura común, de nuestro orgullo de
llamarnos mexicanos, del idioma secreto que solo nos pertenece a nosotros y que
nadie más comprende, de nuestra música y nuestro arte, de nuestro sentido del
humor, de nuestra comida y nuestros sueños.

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